Un lugar soleado para gente sombria

Quien ose adentrarse en las pâaginas de este libro sentirâa un escalofrâio recorriâendole la espina dorsal, y algunas cosas mâas. Son doce cuentos de horror, doce relatos sobre el horror: sobre el mal que acecha y los monstruos que surgen de pronto en la realidad mâas cotidiana, en grandes urbes o pequeänos pueblos recâonditos. En uno de los cuentos, una mujer mantiene a raya a los fantasmas que andan sueltos por un barrio perifâerico de Buenos Aires; entre ellos, los de su madre muerta de una dolorosa enfermedad, los de unas adolescentes asesinadas en la calle, el de un ladrâon pillado en pleno robo y el de un chico que huâia de un secuestro exprâes. En otra historia, una pareja alquila una casa para unas vacaciones en un pueblo que ha ido perdiendo habitantes desde que el tren dejâo de pasar; visitan en la estaciâon abandonada la exposiciâon de los perturbadores lienzos de un artista local, pero lo verdaderamente aterrador serâa conocer al autor de esas pinturas. En otra pieza, los voluntarios de una ONG que reparte comida por barrios marginales son perseguidos por unos niänos de pavorosos ojos negros. En otra, una periodista que investiga la historia de una chica desaparecida en un hotel en Los âAngeles, cuyas espeluznantes imâagenes recorrieron internet, acaba enfrentâandose a otra leyenda de la ciudad... Despuâes de su monumental y aclamada novela Nuestra parte de noche, Mariana Enriquez vuelve al relato y demuestra que sigue en plena forma como gran continuadora y renovadora del gâenero de terror, al que ha llevado a las mâas altas cotas literarias. Partiendo de la tradiciâon -desde las novelas gâoticas hasta Stephen King y Thomas Ligotti-, la escritora explora nuevos caminos, nuevas dimensiones. --